Licencia de conductor Clase B

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En la Oscuridad


El riesgo de accidente es mayor durante la noche, entre otras causas, por nuestra limitada capacidad para ver en la oscuridad y adaptarse a los cambios bruscos de luz por encandilamiento, porque al conducir en la oscuridad y aunque no miremos directamente los focos de los vehículos, que vienen en sentido contrario, es fácil que se presenten efectos de ceguera que pueden empeorar temporalmente nuestra visión.

Nuestra capacidad de calcular distancias depende de que veamos colores y contornos claros. En la oscuridad, éstos se difuminan. Lo mismo sucede cuando la visibilidad se encuentra reducida por efecto de la niebla o la lluvia. En estas condiciones, el tráfico que viene en sentido contrario parece encontrarse más lejos de lo que realmente está. Esto puede hacer que usted aprecie mal las distancias cuando desee adelantar a otro vehículo.


Al conducir en la oscuridad, sus posibilidades de descubrir un obstáculo dependen, entre otros, de los siguientes factores:

• La potencia y ajuste de sus luces.
• Su capacidad visual.
• La capacidad de reflejar la luz que tenga el obstáculo.
• La lluvia, niebla o nieve.
• La potencia de las luces del vehículo que viene en sentido contrario

Para VER y ser visto, usted debe encender sus luces:  Media hora después de la puesta de sol y mantenerlas encendidas hasta media hora antes de su salida, y cada vez que las condiciones de visibilidad lo hagan necesario, los vehículos deben circular obligatoriamente con sus luces encendidas: luces bajas en las vías urbanas esto es, aquellas con alumbrado público y luces altas en los caminos y vías rurales.

Al conducir por una zona urbana que posea alumbrado público, usted no debe llevar encendidas sus luces altas.

Manejo de luces en un encuentro. 
Al encontrarse en la oscuridad y en una vía no urbana con otro vehículo que se acerca en sentido contrario, usted deberá cambiar a luces bajas para no cegar a su conductor. (Figura 1) Esto se refiere al encuentro con todo tipo de vehículos, es decir, también con ciclistas. Dirija su mirada a lo lejos hacia el borde derecho de la calzada. No es necesario que baje las luces cuando se cruce con peatones


Baje sus luces con anticipación suficiente, pero no lo haga demasiado pronto. A menos que uno de los conductores se vea cegado por las luces del otro, todo el espacio entre los dos vehículos debe encontrarse iluminado.

También es importante que cambie a luces altas en el momento del encuentro propiamente tal, (Figura 2) para recuperar una mayor visibilidad de eventuales obstáculos o peatones que caminen por el costado derecho de la calzada.


Aléjese del borde derecho para evitar chocar con algún obstáculo y reduzca su velocidad, ya que su visibilidad se encuentra limitada. Si la carretera es ancha, puede esperar más tiempo antes de cambiar a luces bajas. En otras situaciones, el cambio debe efectuarse con mayor anticipación. Por ejemplo, al cruzarse con un bus o camión en un cambio de rasante. Sus conductores van sentados a una mayor altura que los que conducen automóviles o motocicletas.

Manejo de luces en un adelantamiento.
Cuando alcance a un vehículo que va delante, cambie a luces bajas para no encandilar al conductor a través de su espejo retrovisor. (Figura 3)  Los buses y camiones tienen espejos retrovisores más grandes. Por eso baje sus luces con mayor anticipación. Al adelantar, cambie a luces altas tan pronto esté seguro de no cegar al conductor del vehículo que va adelante suyo. Puede haber obstáculos al lado izquierdo o al lado derecho de la vía, que usted no alcanzaría a descubrir si va con luces bajas.


Cuando sea adelantado, ayude a quien le adelanta conduciendo con luces altas tanto como sea posible, hasta que quien le adelanta aparezca oblicuamente a su izquierda. Las luces altas de su vehículo deben iluminar la vía a ambos durante el adelantamiento y luego bajarlas para no encandilar al conductor que lo adelanto.

Tenga presente que todas las luces que los vehículos proyectan hacia adelante son blancas o amarillas, y las que proyectan hacia atrás son rojas, con excepción de las de retroceso, que son blancas, y las de viraje traseras, que pueden ser rojas o amarillas.

Percepción Selectiva:

A menudo se está expuesto a una gran cantidad de impresiones sensoriales. Al ir conduciendo no se tiene tiempo de descubrirlo todo, por lo que el cerebro selecciona los estímulos o información. Tanto la selección como su interpretación no dependen de la casualidad, sino que se ven influenciadas por las expectativas, necesidades y por el estado de vigilancia.


Lo anterior es aplicable a todas las personas y suele llamarse percepción selectiva. Sin embargo, existen diferencias entre las distintas personas en cuanto a cómo captan e interpretan una situación. Así, lo que una persona ha visto puede no haber sido percibido por otra, y la interpretación de un hecho puede ser muy diferente de una persona a otra.

Después de realizado el proceso perceptivo, que es rapidísimo, se decide acerca de una acción. Esta acción, en combinación con la de los demás usuarios y con la carretera, conduce a un resultado, el que proporciona experiencia y nuevos conocimientos.

A causa de la percepción selectiva se corre el riesgo de pasar por alto circunstancias importantes en el tránsito.

Con carga:
Una carga pesada puede modificar la maniobrabilidad de su vehículo en comparación con condiciones normales. La aceleración será más lenta y las distancias para detenerse aumentarán. Encontrará que se inclina más en las curvas y necesitará más espacio para adelantar. 

Con una carga pesada en la parte posterior de su automóvil: sentirá el volante más liviano y el vehículo tenderá a girar más de lo esperado.
Con una carga pesada en la parte delantera:, tenderá a girar menos.
Un portaequipajes en el techo, o un pequeño remolque, le permitirá una distribución más uniforme de la carga. Al poner carga en el interior de su vehículo no obstruya la visión de las esquinas traseras ni el campo visual del espejo retrovisor. Nunca lleve objetos duros, con puntas o pesados en el estante de atrás, ya que con un pequeño choque o una frenada brusca pueden transformarse en verdaderos proyectiles.


Al llevar carga extra, la presión y tamaño adecuado de los neumáticos es muy importante. Para su seguridad, es probable que los neumáticos necesiten más aire. Consulte para ello el manual del vehículo.

• Controle las sujeciones de la parrilla.
• Procure que la carga no pueda desplazarse al frenar, al girar o acelerar, sujetándola firmemente. Si cubre la carga con una lona, considere el efecto del viento producido por la velocidad.
• No sobrecargue la parrilla. Tenga en consideración la estabilidad del vehículo y la resistencia del techo.

Conducción con remolque: La licencia de conductor clase B le permite conducir su automóvil con un remolque ligero, cuyo peso no exceda la tara de unidad motriz, y siempre que el peso total no supere los 3.500 kilógramos.

Por lo general, los remolques son más anchos que los autos. Por esta razón y para tener una adecuada visión, instale en su vehículo espejos retrovisores extra o prolongue los existentes mediante brazos especiales. No olvide retirar los espejos extra o los brazos de prolongación cuando desenganche el remolque. 

Frenos del Remolque:  Cuando su capacidad de carga es superior a 750 kilos, deben poseer frenos, siendo los frenos de empuje los más corrientes. Con ellos, el frenado tiene lugar cuando el remolque empuja al vehículo. Los frenos de empuje pueden acoplarse a todos los vehículos que tengan un dispositivo de arrastre adecuado. Los frenos eléctricos requieren un vehículo de arrastre con enchufe para frenos eléctricos. Además, los remolques con frenos deben poseer uno para casos de emergencia que funcione automáticamente al romperse el dispositivo de arrastre.

Antes de comenzar a conducir, controle:

  • Que la carga en el remolque esté bien distribuida y que la presión sobre la esfera sea correcta.
  • Que el remolque vaya bien enganchado.
  • Que las conexiones de luces (y frenos eléctricos) estén bien enchufadas.
  • Que todas las luces funcionen y estén limpias.
  • Que el freno de estacionamiento del remolque esté suelto.
  • Que las patas y la rueda de apoyo estén sujetas y atornilladas.
  • Que los espejos retrovisores del automóvil estén bien ajustados.
  • Que el sistema de frenos funcione.